Aquellos que seáis habituales lectores de Filofa, sabréis con claridad que somos grandes seguidores del mundo de la animación japonesa, y por eso mismo me apena enormemente dar la noticia de que grandes plataformas que hasta ahora habían apostado por potenciar este sector industrial, van a dejar de hacerlo poco a poco.

Todo esto viene en base a una entrevista realizada por el portal japonés Weekly ASCII al productor Atsushi Matsumoto, donde se trató el tema de los posicionamientos del contenido japonés en las plataformas de streaming y las tendencias de visualización a nivel mundial.

Según afirma el productor japonés, “a diferencia de los dramas surcoreanos, la animación japonesa no se encuentra en una situación en la que pueda conseguir por si sola la máxima audiencia. Casos especiales, como el drama surcoreano Squid Game, encabezan decenas de países de todo el mundo, pero no es así nunca con el anime japonés. Creo que esto ocurre en contadísimas regiones, como algunos países asiáticos, incluyendo obviamente Japón, y partes de Estados Unidos. Sin embargo, se nos mencionó que la cantidad de personas que nunca habían visto anime no era del todo mala. Por ejemplo, las series de anime podrían no estar entre las diez primeras posiciones del ranking de visualizaciones, pero sí entre las cincuenta primeras. Creo que no es un desastre después de todo”.

Y por mucho que me duela reconocerlo, no le falta razón. Algunas de las series coreanas estrenadas durante los últimos años como El juego del calamar o Estamos muertos no tardaron demasiado en posicionarse como las obras más vistas durante una larga temporada, mientras que por muchos animes de calidad que han ido recogiendo algunas plataformas últimamente, como pudieran ser Parasyte, Jojo´s Bizarre Adventure o Record of Ragnarok, apenas las vemos aparecer entre las obras más visualizadas.

Este suceso tiene una traducción inmediata, y es que, como no cabía esperar de otra forma, existe un constante avance en la búsqueda de una mayor eficacia empresarial, la cual parece tomar el triste camino de ir reduciendo las inversiones en animes originales, para volcarse de lleno en otro tipo de productos que de manera evidente están ofreciendo mejores resultados.

Al menos, esperemos que no terminen dando completamente de lado al mundo del anime, pues sus seguidores somos bastante fieles, y estaremos a la espera de nuevas producciones que nos hagan disfrutar enormemente.