Casi medio año después de que emitieran el último capítulo de Black Clover, al fin he logrado ver esta serie al completo, o al menos hasta donde ha llegado la producción del anime, y solamente tengo palabras buenas para describirla.

Apenas llevaba unos cuantos capítulos del anime, cuando varias de las escenas que veía me recordaban a otros shonen de renombre. El tema de que dos jóvenes “hermanos” se críen juntos en un edificio religioso me hacía pensar en Ao no exorcist, mientras que un poco más adelante, cuando conocí al grueso de las órdenes de caballeros mágicos, me fue imposible no hacer una comparativa con las divisiones de Bleach, y su sistema regido por capitanes.

Pero si tenemos que hablar de un anime del que Black Clover ha bebido, sin duda alguna es Fairy Tail. Ya no solo porque ambas compartan el argumento de la magia como elemento principal de su argumento, sino por la gran cantidad de personajes que ambas series tienen en común.

La efusividad de Asta fácilmente es comparable con la de Natsu, ambos protagonistas de pelo alborotado y con un poder superior escondido dentro de ellos. El coprotagonista Yuno, no solo comparte un aspecto físico bastante parecido al de Gray, sino que además también les une la forma de ser seca y escueta. Algunas comparaciones son muy evidentes, como la de Vanessa y Kana, fuertes hechiceras con una gran debilidad por el alcohol, o como la de Noelle con Lucy, las protagonistas femeninas que acompañan al héroe de turno mientras desarrollan una trama de romance incompleto tal y como sucede con los shonen. Otras, pueden estar algo más cogidas con pinzas, como Yami con Laxus, que aunque no comparten el mismo rango, sí que mantienen la misma presencia de poder. Incluso ambas series cuentan con una pelirroja de fuerza y voluntad indomable que causa pavor tanto en enemigos, como en aliados, se llame Mereoleona o se llame Erza.

Aunque los primeros capítulos de Black Clover no provocaron una buena opinión en mí, la evolución que toma este shonen durante los 170 episodios emitidos, es espectacular. Hacía bastante tiempo que no me veía una serie con tal intensidad, y desde luego, que me han dejado la espina clavada para estar en primera fila el día que retomen la emisión del anime. Sin lugar a dudas, ha sido una excelente forma de llenar ese hueco que dejó el final de Fairy Tail. (Hablo del final de verdad, con el cierre de las tramas de Acnologia y Zeref, no del spin-off de Fairy Tail, La misión de los 100 años, que aún no cuenta con adaptación animada).