Mahomes continua coleccionando anillos

Mahomes continua coleccionando anillos
Mahomes
Mahomes

Madruga del domingo 12 al 13 de Febrero, el State Farm Stadium de Arizona da cobertura a más de 73.000 espectadores que esperan ansiosos el enfrentamiento entre los Kansas Chiefs y los Philadelphia Eagles, que sitúa a  uno de estos dos grandes equipos como el vencedor de la Super Bowl LVII.

La patada de inicio dio comienzo cerca de la hora esperada, haciendo que millones de personas alrededor del mundo volcaran su atención en aquel estadio de Arizona. El partido tuvo unos primeros pasos en el que la ofensiva de ambos equipos parecía encontrarse mejor que las defensas, y ambas agrupaciones, capitaneadas por los letales Jalen Hurts y Patrick Mahomes no cesaban en sus intentos de anotar. Con ese ritmo, entramos al segundo cuarto, donde los Eagles consiguieron parar la ofensiva roja y extender ligeramente la ventaja del marcador, situándose 10 puntos por encima de sus rivales al llegar al descanso. Además, un golpe recibido por Mahomes nos dejaba con la desesperanzadora imagen de ver como el quarterback se retiraba cojeando al finalizar el segundo tiempo.

Durante la pausa, una embarazada Rihanna nos deleitaba con una actuación limitada en movimientos, pero con un juego de plataformas flotantes bastante bonito de ver. Aunque a mi criterio, quizás algo flojo para tratarse de semejante evento.

Y con esas comenzó el tercer cuarto. Para toda sorpresa, la posible lesión de Mahomes no volvió a resonar en lo que restaba de partido, y los Chiefs, liderados por el combo Mahomes / Kelce empezaron a recortar distancia respecto a sus rivales, los cuales cada vez tenían más difícil el sumar puntos a su marcador. Y como bien sabemos, esto es fútbol americano, un deporte en el que la magia y los milagros se vuelven más fuertes conforme se acerca el final del encuentro. Ya en el último cuarto, los Chiefs voltearon completamente la situación, llegando a los últimos minutos con un reñido marcador empatado a 35, gracias a una sencilla pero astuta jugada en la que consiguieron anotar dos touchdowns en los que el receptor se encontraba absolutamente solo. Así fue como, jugando con el reloj, y llegando incluso a frenarse delante de la línea de anotación (pues vimos un apresurado slide bastante intencionado), los Chiefs dejaron la resolución del partido en su kicker, Harrison Butker, quien hizo que los tres puntos subieran al marcador de los de Kansas, consiguiendo así la tercera Super Bowl para estos, siendo las dos últimas con tan solo cuatro años de diferencia.

¿Las claves de la victoria? Obviamente, un eficiente Patrick Mahomes apoyado por el corredor Pacheco, y los receptores Travis Kelce y Juju Smith-Schuster, quienes supieron darle el apoyo que merece. También podríamos elogiar tanto al equipo defensivo como a los entrenadores, que supieron estar a la altura de semejante partido. Pero si me quedo con algo, es con la eficiencia de los Chiefs en sus ataques, pues incluso avanzando casi 100 yardas menos en total, y con un tiempo de posesión 10 minutos por debajo del de sus rivales, han sabido conseguir un marcador ajustado, pero con un desenlace favorable para ellos.

Con tan solo 27 años, Mahomes ya acumula dos anillos de Super Bowl y tres premios MVP, dejando bastante claro que si Brady puede encontrar un sucesor, se trata de este joven y prometedor tejano. Mi enhorabuena a unos Kansas Chiefs que se han hecho con una Super Bowl cuanto menos merecida.

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